Vivir sobre dos ruedas

 La de Juan Alfonso Alcaraz es de esas historias que empiezan sin saber por qué. Desde bien pequeño siempre sintió una cierta predilección por aquellas actividades que le implicaban ponerse a dos ruedas. Como la de muchos otros, la vida del natural de Cordovilla (Tobarra), es movida por una pasión, en este caso la bicicleta. Él es uno más de esos que lo da todo a cambio de nada. ¿Qué tienen estos deportes? ¿Cómo se convierte uno en un loco de la bicicleta? De todo ello y mucho más hemos hablado con J. Alfonso en la siguiente entrevista. Preguntas y respuestas acerca de este bonito viaje en el que se embarcó hace tiempo y que vive con tanta pasión. Aprendamos del albaceteño. Puro deporte.

Juan Alfonso en bici por el cerro del reloj en Tobarra | Foto cedida por J.A.

Buenos días Juan Alfonso. ¿Qué tal?

Hola. Buenos días. Encantado de poder contar mi historia.

En primer lugar y para entrar en tesitura, cuéntanos como empezó tu afición por la bicicleta.

Pues todo empezó a principios de 2015 cuando hacía motocross, que comencé a hacer “rutillas” con una bici que tenía de hierro (rie), para el tema de mejorar la resistencia encima de la moto. Poco a poco me fui interesando más por el mundo del ciclismo y comencé a disfrutar más encima de la bici que de la moto. Acabé vendiendo la moto para comprarme una bicicleta medio en condiciones para empezar a hacer rutas de calidad. Esas primeras salidas fueron con mis amigos Emilio y Adrián, que montaban en desde hace tiempo y me guiaban por estas nuevas sendas. Así empezó todo y hasta el día de hoy.

Comentas que, al principio, las salidas en bici eran simplemente para fortalecerte a la hora de subirte a la moto. ¿Qué objetivos manejabas en el mundo del motocross? 

El único objetivo en motocross era disfrutar del domingo con los amigos. Estaba deseando que llegará el domingo, ya que era el único día de la semana que podía montar en moto, pero en ningún momento me planteé competir en motocross, ya que es un deporte de los más peligrosos y más caros.

Finalmente, la bicicleta te acaba gustando más y ¿dejas el motocross?

Sí. Decido dejar el motocross en el momento que veo que el ciclismo era más accesible para mí, ya que podía montar en bici varias veces a la semana y sin embargo solo podía montar en moto una vez a la semana. Así que después de estar desde los 13 años con el motocross me decido por dejarlo sobre 2016.

¿Qué te suponía el motocross a nivel personal y económico para acabar dejándolo totalmente?

En cuanto organización suponía el traslado de la moto en un carro hasta el circuito. Toda la equipación, herramientas y gasolina. El gasto del motocross era sobre 15€ de combustible por cada vez que se montaba, pero sin duda lo más caro de este deporte eran las averías de la moto. Cada vez que la moto pisaba el taller eran 100€/200€ como mínimo y raro era el mes que la moto no tenía que visitar al mecánico. A nivel personal nada porque me encantaba, lo único las caídas, pero formaban parte del juego.

¿Cómo es la inversión en el salto definitivo a la bici? Describe esas primeras salidas.

En la primera bicicleta no invierto nada. Empecé a hacer rutas con la bici que tenía de toda la vida por pistas con poca dificultad y por carreteras tranquilas. Mis primeras salidas eran en solitario. Hacia sobre 15 -20kms totalmente llanos y cuando empecé a salir con Emilio y Adrián eran circuitos en torno a 40kms y con más desnivel.

El albaceteño se prepara para una nueva carrera en su localidad natal de Tobarra | Foto de César S.

Estas primeras salidas tenían el mero objetivo de hacer deporte. ¿Cómo llegaste a envolverte en la competición?

Cada vez que montaba en bici me encontraba mejor, aunque las primeras rutas con desnivel sufrí mucho. Gané resistencia rápidamente y pronto los amigos y el club, con el que entrenaba (Los Desperdigaos), me animaron a probar en alguna prueba del Circuito de BTT de Albacete. Me habían hablado muy bien de él y no me lo pensé demasiado para probar por primera vez.

¿En estas primeras pruebas ya pensabas en competir o ibas más arrastrado por tus amigos?

En la primera de todas fui arrastrado totalmente por mis amigos. Fue al pasar el verano de 2015. Me animaron a participar, ya que era en la localidad de Fuente Álamo y como pillaba cerca pensé que era buena opción para ver cómo estaba de forma, después de un verano en el que había podido montar bastante en bici.

¿Cuál es el momento exacto en el que te ves con serias posibilidades de competir el circuito?

Al acabar esa primera prueba quedé con muy buen sabor de boca. La posición me dio igual, pero esa mañana disfruté mucho encima del metal y a partir de ahí seguí preparándome para disputar en circuito BTT 2016, que arrancaría 4 meses después.

Después de estas buenas sensaciones, que te hacen pensar en competir, ¿cambias tu entrenamiento o bicicleta? ¿Se interesa algún equipo?

La preparación siguió siendo la misma. Descansé un par de semanas en noviembre y luego seguí montando en bici sin más. En cuanto a la bici sí que cambió. Compré una ya de carbono y 29 pulgadas en una tienda de Hellín y esa misma tienda tenía un equipo de BTT y me ofrecieron correr con ellos. Se agradecía la compañía del equipo en las carreras.

¿Cuál fue el resultado final de esa temporada?

Subcampeón Junior a nivel provincial. Estuve casi todas las carreras en el podio y conseguí ganar 5 carreras, por lo que tanto entrenamiento tuvo sus frutos.

Estos buenos resultados te animarían para aspirar a mucho más. 

Para esa primera temporada no tenía ningún objetivo y al final de ella me vi entre los tres primeros. Eso me animó a seguir practicando ciclismo. Desde entonces el único deporte que practico es el ciclismo.

El protagonista calentando minutos antes del pistoletazo de salida en la prueba BTT Tobarra 2020 | Foto de César S.

Ahora que te dedicas a este mundo de manera más “profesional”, ¿nos podrías contar como es una mañana de carrera?

Me suelo levantar a las 7 de la mañana para desayunar, sobre tres horas antes de la carrera. Esto lo hago para llegar con la digestión bien hecha a las diez de la mañana, hora a la que suelen empezar las carreras. Suelo llegar una hora antes de la salida al pueblo que sea la carrera. Prefiero que me sobre tiempo para vestirme tranquilamente y hacer un buen calentamiento. A las 10 menos 5 me voy hacia la línea de salida y allí espero a que den el pistoletazo. Realizo los kms que correspondan y al terminar la jornada tomo un aperitivo con mi familia y mis compañeros de equipo, con los que comento que tal ha ido la carrera.

Mencionas a tu familia, ¿qué piensan ellos de este estilo de vida?

Ellos desde el primer momento me comentan que prefieren que practique ciclismo a que practique motocross. Ya que el motocross era muy peligroso. Mi familia me apoya tanto económicamente como psicológicamente y me sigue a todas las carreras para darme ánimos.

Juan A. junto a su familia tras la prueba en la localidad tobarreña| Foto de César S.

Miremos al futuro Juan Alfonso. ¿Qué objetivos tienes a corto y largo plazo?

Mis objetivos a corto plazo son seguir aprendiendo del ciclismo y seguir mejorando, pero sobre todo seguir disfrutando de este deporte y todo lo que conlleva. A largo plazo quiero poder seguir practicando este deporte y llegar a ser muy competitivo en todas las carreras que haga. Este año pienso más en ganar maratones de 80km. El Circuito Provincial me lo estoy tomando más a modo entrenamiento, aunque lo doy todo en cada carrera.

¿Tienes claro que quieres vivir de este deporte o piensas dedicarte a otra cosa?

Dedicar mi vida al ciclismo al 100% es evidente que no. Eso sólo lo pueden hacer los profesionales. Para mí el ciclismo es un hobby que en el futuro lo compaginaré con mi trabajo.

Todos tenemos un ídolo, un referente. ¿En quién te fijas tú para entrenar cada día? ¿En quién encuentras motivación?

Mi favorito es Mathieu van der Poel. Es un ciclista totalmente polivalente y eso me fascina. Actualmente es campeón del mundo de ciclocrós, la temporada pasada ganó varias clásicas de carretera y también fue campeón de Europa de BTT. Una barbaridad. Con tan solo 25 años aspira a ganar todo lo que se proponga. Sin duda el favorito a ganar las olimpiadas de Tokio en la modalidad de BTT y en un futuro seguramente peleé por una gran vuelta en carretera.

J. Alfonso recoge su medalla de plata tras la prueba de su pueblo como 2º clasificado | Foto de César S.

Ha sido un placer conocer tu historia Juan Alfonso. Para despedirnos, ¿qué le dirías a todos aquellos que se plantean empezar a salir en bici?

Les diría que es un deporte que te enseña muchos valores. Para mi unos de los deportes más duros, pero sin duda uno de los más bonitos. Gracias a la bici he ido a sitios que en mi vida no hubiese ido. Que se animen a montar en bici y, sobre todo, que no se obsesionan por nada. Lo que tenga que llegar, antes o después llegará.

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